¿Necesitas una fórmula rápida para sentirte seguro? Aquí tienes una súper sencilla

Los demás te invaden, el tiempo se escapa entre tus manos, tu familia tira demasiado de ti, siempre estás en el último lugar o pareces ser invisible al resto.

Estas son algunas situaciones que definitivamente no traen seguridad a tu vida. Así no te sientes protegido ni a salvo. Y puede que ya no quieras seguir sintiéndote de este modo más tiempo.

¿Y si hubiera una fórmula sencilla para ponerte a salvo? Una que pudieras usar en cualquier circunstancia?

La solución es decir NO y poner límites.

La seguridad no está en el dinero o en que otro te proteja, eso es lo que todos hemos pensado y ¡mira cómo estamos! Tu seguridad depende de ti. Total y exclusivamente. El dinero es algo que te permite hacer determinadas cosas, no algo que te da seguridad interior.

Es tu capacidad para detectar las amenazas y evitar las invasiones lo que te hará sentirte seguro. ¿Qué amenazas? Todas y cualquiera que altere tu bienestar físico, emocional, psicológico o energético. Deja que te dé un ejemplo.

Un día una amiga (de esas insistentes con discurso repetitivo en bucle) te llama para quedar con urgencia porque quiere contarte sus problemas por enésima vez cuando tú ya tienes tus propios planes organizados (¡y tú sabes que sus problemas son los mismos siempre porque nunca hace nada salvo quejarse!).

Sin duda puedes quedar con ella, dejarlo todo y volver a casa -de nuevo- con esa sensación de pérdida de tiempo. O puedes decir NO de manera sincera, amorosa y firme y dedicarte ese tiempo a ti tal y como habías planeado. ¿Resultado? Tú comandas tu vida y no permites que tu tiempo se diluya sólo porque otro te lo pide.

Así de sencillo.

Sí, ya sé que te asaltarán las dudas y los miedos de qué pasará con ella… ¿se lo tomará mal? ¿perderé a mi amiga? ¿pensará que soy un egoísta? Todos esos son falsos miedos porque aquí la única amenaza real es la conducta de esta personita que te chupa la energía, una y otra vez.

Si no paras la amenaza con un límite claro, seguirá devorando tu tiempo y atención, y como resultado inevitablemente tú acabarás sintiendo algún tipo de pérdida, como mínimo de tiempo. Precisamente uno de los recursos más preciados… ¿o acaso a ti te sobra?

Decir NO son sólo dos letras pero con un inmenso poder. Observa y diagnostica qué es lo que en tu entorno te hace perder, y eso será el indicador de que la amenaza se te ha colado.

¡No pasa nada! Toma nota, aprende y pon el límite la siguiente vez. Y a ver qué pasa. Con seguridad obtendrás un resultado distinto.

 No te quedes en el “no puedo, es muy complicado” Elimina las amenazas de tu vida y haz que sea sencillo y nutritivo vivirla

En tu mano está conseguirlo

Has nacido con la capacidad de saber protegerte y crear un entorno seguro a tu alrededor. ¡Confía en ti y ponte en marcha!.

Me encantaría saber qué amenaza has descubierto y cómo la has parado. Escribe en los comentarios qué ha sucedido para que otros puedan inspirarse gracias a que tú diste el primer paso.

 

Con todo mi cariño,

Marta

Marta