CASO PRÁCTICO. Todos cometemos errores y metemos la pata, es parte de la vida y a mis ojos hay que vivirlo con naturalidad. Sin embargo, lo interesante es lo que hacemos cuando nos equivocamos; cómo reaccionamos y cómo hacemos sentir a aquellos que se ven afectados por nuestros errores.
Cada día encuentro más casos de palabras falsas y actitudes soberbias/agresivas que nada tienen que ver con un sincero arrepentimiento. Dicha emoción, “arrepentirse”, está ligada a la auténtica tristeza (haber perdido algo, haber deteriorado algo) y al auténtico orgullo (declarar con valentía y asumir con humildad). Atento porque te puedes encontrar casos como el que te cuento en este video que te pueden hacer dudar e incluso lastimarte si no estás bien colocado.
Por eso este video, para ayudarte a evitarlo.
Con alegría e ilusión,
Marta
